Tener una camper es sinónimo de libertad, de viajar sin ataduras, explorar paisajes recónditos y vivir experiencias inolvidables. Pero para que esa libertad no se convierta en un quebradero de cabeza, es fundamental realizar un mantenimiento adecuado del vehículo. Y aunque muchos propietarios se esfuercen en cuidar sus campers, hay errores comunes que pueden pasar factura con el tiempo. En este artículo hablamos de los errores comunes en el mantenimiento de campers y cómo puedes evitarlos.

Descuidar las revisiones mecánicas periódicas

Uno de los errores más frecuentes es pensar que, al no utilizar la camper a diario, no necesita mantenimiento regular. Nada más lejos de la realidad. Las campers, como cualquier vehículo, requieren revisiones periódicas para asegurar que el motor, los frenos, los neumáticos y otros componentes estén en buen estado.

Para evitar este error lo mejor es programar una revisión anual, aunque no hayas hecho muchos kilómetros. Es recomendable revisar el sistema de frenos, niveles de aceite, filtros, batería, correas y estado general del motor. No esperes a que surjan fallos para visitar el taller.

Ignorar el sistema eléctrico y las baterías

Otro de los errores comunes en el mantenimiento en campers es olvidarse del sistema eléctrico y las baterías. Las campers suelen contar con una batería secundaria para alimentar los sistemas de habitáculo: luces, nevera, bomba de agua, calefacción… Muchos usuarios no prestan atención a esta batería, lo que puede ocasionar que se descargue por completo o se degrade antes de tiempo.

Lo más fácil para evitar este error es comprobar regularmente el estado de carga de la batería auxiliar, y mantenla cargada cuando no uses la camper. Si vas a tener el vehículo parado durante meses, lo ideal es desconectarla o instalar un mantenedor de carga. Y no olvides revisar las conexiones eléctricas y fusibles.

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No revisar el sistema de agua y fontanería

El sistema de agua (depósitos, grifos, bomba, calentador, desagües) es una parte delicada del equipamiento de cualquier camper. Si no se limpia y mantiene con regularidad, puede generar malos olores, acumulación de bacterias o incluso averías.

Para evitarlo, lo mejor es vaciar y limpiar los depósitos de agua limpia y residual con productos específicos tras cada viaje o, como mínimo, antes de largos periodos de inactividad. Comprueba posibles fugas o atascos, y limpia los grifos y filtros. En invierno, vacía completamente el sistema para evitar que se congele el agua y dañe los conductos.

No proteger adecuadamente la camper cuando no se usa

Muchos propietarios guardan su camper durante meses sin tomar precauciones. Esto puede provocar problemas por exposición a la intemperie, acumulación de humedad, descarga de baterías o degradación de neumáticos.

Si la camper va a estar parada un tiempo, protégela con una funda transpirable, cúbrela del sol directo y eleva ligeramente las ruedas para evitar deformaciones. Ventila el interior regularmente, deja las puertas de armarios y nevera entreabiertas y utiliza deshumidificadores si es necesario.

No revisar el sistema de gas

El sistema de gas es esencial para cocinar o calentar agua en una camper, pero también puede ser peligroso si no se revisa adecuadamente. Las fugas de gas o conexiones en mal estado pueden provocar accidentes graves.

Lo mejor es hacer una revisión anual del sistema de gas con un profesional autorizado. Comprueba el estado de los reguladores, mangueras, válvulas y detectores de gas. Asegúrate de cerrar la llave general cuando no utilices el sistema y de ventilar bien el habitáculo.

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Olvidarse del mantenimiento de la carrocería y juntas

El sellado de una camper es fundamental para evitar filtraciones de agua, uno de los enemigos más temidos por los usuarios. Unas juntas deterioradas o una gotera imperceptible pueden acabar generando humedades, malos olores y moho.

Evítalo revisando el estado de las juntas de ventanas, claraboyas y puertas cada seis meses. Si notas fisuras, repáralas con sellador específico. También es recomendable revisar el techo y la carrocería para detectar grietas o golpes que puedan comprometer la estanqueidad del vehículo.

No contar con un seguro especializado

Otro error frecuente es no contratar un seguro adaptado a las características y uso de una camper. Algunos usuarios optan por seguros convencionales de furgoneta, sin darse cuenta de que no cubren adecuadamente los riesgos específicos del uso camper. Además, los seguros de furgoneta suelen ser más caros que los seguros para camper.

Contratar un seguro específico para campers que incluya coberturas como robo de equipamiento interior, asistencia en carretera para vehículos vivienda, daños en accesorios como toldos o paneles solares, y responsabilidad civil por el uso del habitáculo. En Zalba-Caldú By Aon contamos con seguros diseñados a medida para este tipo de vehículos especiales.

En definitiva, la camperización es una forma de vida apasionante, pero también implica una gran responsabilidad en cuanto a mantenimiento. Evitar estos errores comunes no solo te ahorrará disgustos y dinero, sino que también te permitirá disfrutar con tranquilidad de tus escapadas sobre ruedas.

Recuerda que cuidar tu camper es cuidar tu libertad. Y si quieres completar esa tranquilidad, confía en un seguro para campers adaptado a tus necesidades, como los que ofrecemos en Zalba-Caldú By Aon. Te acompañamos en cada kilómetro, dentro y fuera de la carretera.

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