Después de haber disfrutado de un viaje con nuestra autocaravana, resulta conveniente dejarla a punto para nuestra siguiente escapada. Por unas cuestiones u otras, nuestra próxima salida se puede demorar más de lo inicialmente previsto. Para evitar sorpresas desagradables, basta con realizar una pequeña lista con aquellas tareas básicas a realizar después de haber hecho nuestro último viaje, con lo que conseguiremos alargar las prestaciones de nuestra autocaravana.
Se pueden adquirir diferentes productos para la limpieza y cuidado de nuestro vehículo, que no siempre tienen por qué suponer un desembolso importante y nuestro vehículo nos lo va a agradecer.
Lo primero de todo, y centrándonos en el exterior, y más pensando que el vehículo puede estar varios meses parado, sería oportuno adquirir una lona o funda que lo proteja del polvo y otras inclemencias, incluso si el vehículo está guardado en una cochera.
Por encima de un mantenimiento de puesta a punto como cualquier vehículo en lo relativo a motor, aceite, filtros, suspensiones etc. hay que prestar especial atención a los neumáticos. Si el vehículo va a quedar inmovilizado por un tiempo indefinido, éstos pueden llegar a deformarse con el consiguiente peligro que ello conlleva, por lo que recomendamos mover el vehículo ligeramente para que el neumático no se asiente.
Si no disponemos de una cochera o nave, conviene plantearse la necesidad de evitar que el vehículo quede a la exposición directa del sol durante excesivo tiempo. A parte, y debido al valor de nuestro vehículo, no es aconsejable aparcarlo durante un periodo prolongado en la vía pública. Los amigos de lo ajeno, no se van a preocupar de si hemos dejado bienes de valor en su interior o no, y probablemente lo quieran comprobar. Por este motivo, un parking para autocaravanas con vigilancia puede resultar una muy buena opción.
Además, como cualquier vehículo se resentirá en exceso de una exposición continuada a los rayos del sol y cambios de temperatura, sobre todo el salpicadero, el volante, las ventanas y las claraboyas, por lo general de materiales plásticos y que son muy sensibles a estos efectos. Para limpiar estas zonas, evita usar limpiacristales con alcohol o disolvente. Lo mejor para su limpieza es usar un producto específico o simplemente, jabón neutro y agua, evitando limpiezas «en seco», bayetas o cepillos que puedan rayar la superficie que estemos limpiando, especialmente teniendo cuidado con los metacrilatos.
Para inmovilizar el vehículo, es mejor utilizar calzos o cuñas en vez de tirar del freno de mano, el cual, a la larga, puede llegar a provocar que las zapatas se peguen en el tambor.
Conviene engrasar periódicamente cerraduras y bisagras, evitando de esta forma molestos chirridos y óxido. Si algún elemento en nuestro último viaje se ha dañado o roto y no puedes repararlo, no dudes en cambiarlo inmediatamente, así en el próximo viaje, no lo lamentarás.
La batería también requiere una especial atención. En caso de largos periodos sin utilizar la autocaravana, es aconsejable aplicar grasa de batería en los bornes e incluso desmontar las conexiones de la batería. Hacer una carga mensual de la batería nos ayudará a mantener en condiciones óptimas su capacidad.
Recuerda vaciar siempre el depósito del agua y todo el circuito, de lo contrario, el agua se corrompe, y en invierno, en caso de congelación, puede reventar alguna tubería.
Respecto al interior del vehículo, es recomendable no dejar ningún tipo de alimento en el interior de la autocaravana una vez finalizado el viaje. De esta forma, evitaremos desagradables sorpresas como hormigas u otros insectos dispuestos a devorar la harina o el azúcar que nos hayamos olvidado.
Para limpiar el interior de la autocaravana, al igual que el exterior, basta con jabón neutro y agua. Recuerda limpiar también el interior de los armarios.
Para evitar los malos olores en la nevera, además de limpia, hay que dejar la puerta abierta imprescindiblemente. Además, es recomendable verter un poco de polvos de talco sobre la goma del frigorífico para evitar adherencias que con el tiempo nos suponga tener que sustituir la goma o el propio frigorífico.
La autocaravana es nuestro hogar de vacaciones y ya seas más manitas o menos, va a requerir unas atenciones propias de cualquier vivienda; desde el caso más simple, una bombilla, a un interruptor o cerradura que no funciona como debiera. Repararlo por tu cuenta siendo un poco mañoso puede suponerte un ahorro y satisfacción, aunque si no es tu caso, mejor dejarlo en manos de profesionales.
Después de haber realizado todas estas tareas de nuestra lista, solo toca esperar para poder disfrutar de nuevo de nuestros viajes en autocaravana. ¿Tienes tu propia lista? ¿Nos hemos olvidado de algún detalle? Puedes incluir tus tareas o consejos en los comentarios de este artículo.
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