Las motos son mucho más que un medio de transporte. Son una forma de expresión, de libertad, de pasión. A lo largo de la historia, han surgido modelos que han marcado una época, que han inspirado a generaciones de aficionados y que han protagonizado escenas memorables en el cine. En este artículo te decimos cuáles son, para nosotros, algunas de las motos clásicas más icónicas de la historia.
Motos clásicas más icónicas
Harley-Davidson de Easy Rider
La película Easy Rider (del año 1969) es un símbolo del movimiento contracultural de los años 60. Este film es una “road movie” que narra el viaje de dos moteros rebeldes por Estados Unidos. Las motos que conducen son dos Harley-Davidson modificadas, una de ellas con la bandera estadounidense pintada en el depósito y el respaldo.
Estas motos se convirtieron en un icono de la época y de la marca, que las bautizó como Captain America y Billy Bike. Las motos originales fueron robadas y destruidas, pero se han hecho numerosas réplicas y homenajes a lo largo de los años.
Vespa de La Dolce Vita
La Vespa es una de las motos más populares y reconocibles del mundo, un modelo que nació en Italia en 1946 como una solución práctica y económica para la movilidad urbana. La Vespa pronto se asoció con el estilo de vida italiano, el glamour y la elegancia. Una de las películas que contribuyó a su fama fue La Dolce Vita (film del año 1960), de Federico Fellini, en la que la actriz Anita Ekberg conduce una Vespa por las calles de Roma.
La Vespa también ha aparecido en otras películas como Vacaciones en Roma (del año 1953), Quadrophenia (de 1979) o El talento de Mr. Ripley (de 1999). Todas estas apariciones han hecho que la Vespa sea una de las motos clásicas más icónicos de la historia.
Triumph Bonneville de Steve McQueen
Steve McQueen fue uno de los actores más carismáticos y aventureros de Hollywood, y también un gran amante de las motos. Entre las muchas que poseía, destacaba su Triumph Bonneville, una moto deportiva de gran cilindrada que se fabricó entre los años 1959 y 1983. McQueen usó su Bonneville para participar en carreras y exhibiciones, e incluso la llevó al rodaje de la película La Gran Evasión (de 1963), en la que interpreta a un prisionero de guerra que intenta escapar de un campo nazi saltando una alambrada con una moto.
Aunque en la película la moto que usa es una Triumph TR6 Trophy disfrazada de BMW, McQueen hizo algunas de las escenas de riesgo con su propia Bonneville. En 2012, Triumph lanzó una edición limitada de la Bonneville en homenaje a este gran actor, Steve McQueen.
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Honda CB750 de los años 70
La Honda CB750 fue la primera moto japonesa deportiva de gran cilindrada, un modelo que revolucionó el mercado en el año 1969 al ofrecer un motor de cuatro cilindros en línea, freno de disco delantero, arranque eléctrico y un rendimiento superior al de sus competidoras. La CB750 fue la precursora del concepto de moto universal japonesa, que se caracteriza por tener un diseño estándar, versátil y funcional.
La CB750 también fue la primera moto en ser llamada superbike, y se convirtió en la referencia de las motos deportivas de los años 70. La CB750 tuvo varias versiones y evoluciones, y se fabricó hasta el año 2003. Es un modelo que gusta mucho a los amantes de las motos clásicas japonesas.
Yamaha RD 350 (1973)
La Yamaha RD 350 fue una de las motos más exitosas y populares de esta marca japonesa, tanto en el mercado como en la competición. Se trataba de una moto deportiva de dos tiempos, con un motor bicilíndrico en paralelo de 347 cc, que entregaba 39 CV de potencia y alcanzaba una velocidad máxima de 170 km/h. Esta Yamaha RD 350 destacaba por su ligereza, su aceleración y su agilidad, lo que la hacía muy divertida de conducir.
Además, tenía un diseño atractivo y moderno, con un depósito alargado, un asiento monoplaza y un escape doble. La RD 350 se fabricó hasta el año 1975, y tuvo varias versiones y evoluciones, como la RD 400, la RD 500 o la RZ 350. La RD 350 fue una de las motos preferidas por los jóvenes de esa época, y también por los pilotos que la usaron para ganar numerosos campeonatos nacionales e internacionales de motociclismo.
Es definitiva, estas son solo algunas de las motos clásicas más icónicas de la historia, pero hay muchas más que merecen ser recordadas y admiradas. Estas motos no solo son máquinas, sino también obras de arte, testimonios de una época y fuentes de inspiración. Son motos que han hecho historia y que siguen haciendo soñar a los amantes de las dos ruedas.
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