Donde otros ven un vehículo viejo y oxidado, tú ves una joya con muchísimo potencial. Te encanta revisar catálogos de coches clásicos, y sueñas con comprar un Mustang abandonado en un garaje y darle una segunda vida.
Deja de soñar: comprar y restaurar un coche clásico puede convertirse en una realidad.
Si quieres restaurar un coche clásico, sigue leyendo.
Cómo empezar el proceso para restaurar un coche clásico: el punto de partida
Empezar con el proyecto de restauración de un vehículo clásico es uno de los proyectos más bonitos: convertir una chatarra en una obra de arte hará que sientas tu vehículo como algo muy especial, y estarás deseando presumir de él allá donde vayas.
Cuando compres un coche antiguo, debes revisar el estado de conservación meticulosamente para ver si merece la pena su compra o no. El precio dependerá del estado, pero cuanto más barato más habrá que invertir en la restauración, por lo que hay que pensar en el presupuesto incluyendo ambas cosas.
Así, hay cinco tipos de coches según su estado:
- Coche muy deteriorado (desguace): se requiere gran inversión. Difícil restauración, sobre todo mecánica. Coches muy deteriorados que normalmente se utilizan para abastecer de piezas a otros.
- Coche incompleto: se requiere una inversión alta porque le faltan muchas piezas, aunque puede funcionar.
- Coche en funcionamiento pero que requiere de trabajo: sobre todo mecánica y carrocería. La mayoría de coches para restaurar se adquieren en este estado.
- Coche original o restaurado: hay que realizar una puesta a punto para actualizarlo y corregir el deterioro.
- Coche en buen estado de conservación: tiene los componentes originales y funciona bien. Requiere de poco trabajo.
El punto de partida del coche marcará el proyecto: según el estado del coche vas a necesitar comprar más o menos piezas, pero para saberlo antes de empezar debes tener un plan.
Lo más habitual es buscar un coche en funcionamiento pero que requiere de trabajo. Es decir, que no le faltan muchas piezas aunque sí necesita mucha mano de obra.
Define muy bien tu plan: haz un presupuesto
Restaurar un vehículo clásico es un trabajo gratificante, pero también complicado y frustrante. Por eso, cuanto mejor planeado tengas el proyecto más sencillo te resultará llevarlo a cabo.
Haz un inventario de las piezas necesarias y los productos requeridos para la restauración con el coste de cada una.
Haz también un listado de todas las mejoras que tendrás que realizar para no encontrar sorpresas de última hora que puedan desestabilizar el presupuesto.
No pierdas el foco. Dibuja en un papel como quieres que quede tu coche y qué reparaciones requiere. Visualiza el resultado y ve a por él.
La primera decisión debe ser si quieres que el coche pueda registrarse como vehículo histórico o no. Si es que sí, debes respetar estos criterios:
- Fue fabricado o matriculado por primera vez hace más de 30 años, como mínimo.
- Ese modelo de coche ha dejado de fabricarse.
- No se han cambiado sus características técnicas o componentes principales (motor, frenos, dirección, suspensión o carrocería).
El orden de restauración: interior, cambio de piezas y estética
El interior y el cambio de piezas
Lo primero es que el coche funcione. Para ello, se empieza por las piezas grandes (motor, frenos, dirección, electrónica, tubo de escape…) para después enfocar el trabajo en las piezas pequeñas (cables, filtros, cuentakilómetros, aire acondicionado…). Por último, no olvides cambiar las ruedas y dejarlas a punto.
Restaurar la chapa y pintura de un coche clásico
En la restauración de la chapa se suele seguir este orden:
- Arreglar las abolladuras y golpes de la carrocería
- Lijar la carrocería para eliminar el óxido, añadiendo masilla de poliéster
- Añadir una capa de sellado para cerrar los poros
- Pintar
¿Has restaurado un coche clásico alguna vez? ¿Cómo ha sido tu experiencia? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!
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