El verano es una época ideal para disfrutar de nuestro coche clásico, ya sea en un viaje por carretera, en una concentración o en una exposición. Sin embargo, el calor y el sol pueden afectar al estado de nuestro vehículo y provocar averías o daños. En este artículo vamos a darte unos consejos para cuidar tu coche clásico en verano.

Y es que, es importante seguir una serie de recomendaciones para cuidar nuestro coche clásico en verano y evitar sorpresas desagradables. Así, nuestro vehículo clásico estará siempre en buenas condiciones cuando queramos dar una vuelta con él.

Consejos para cuidar un coche clásico en verano

A continuación, te damos una serie de consejos que te ayudarán a cuidar de tu coche clásico durante los meses del año que más calor hace:

Revisa el nivel de líquidos

Líquidos como el aceite, el refrigerante, el líquido de frenos o el limpiaparabrisas son esenciales para el funcionamiento y la seguridad de nuestro coche. Debemos comprobar que tienen el nivel adecuado y que no presentan fugas o deterioros. Si es necesario, debemos rellenarlos o cambiarlos antes de iniciar un viaje. Y es que, revisar esto es vital para cuidar un coche clásico en verano.

Ten en cuenta que, durante los meses de más calor, estos líquidos pueden evaporarse y deteriorarse con mayor rapidez. Un nivel bajo o incorrecto de estos líquidos puede causar sobrecalentamiento, pérdida de potencia, fallos en el sistema de frenado o daños en el motor. Para saber cuál es el nivel óptimo de cada líquido, podemos consultar el manual de nuestro coche o pedir ayuda a un profesional.

Protege la carrocería

Los rayos del sol y la lluvia pueden dañar la pintura y el metal de nuestro coche clásico, causando decoloración, oxidación o corrosión. Para evitarlo, debemos lavar y encerar nuestro coche con frecuencia y usar productos específicos para su cuidado. También debemos evitar aparcarlo al sol o bajo los árboles y cubrirlo con una funda cuando no lo usemos.

Así mantendremos el brillo y el color de nuestro coche y evitaremos que se deteriore con el paso del tiempo. Para lavar nuestro coche, podemos usar agua tibia y jabón neutro, evitando los productos abrasivos o químicos que puedan dañar la pintura. Para encerarlo, podemos usar cera natural o sintética, aplicándola con una esponja o un paño suave y siguiendo las instrucciones del fabricante.

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Vigila los neumáticos

Debes tener en cuenta que, los neumáticos son uno de los elementos más importantes de nuestro coche, ya que influyen en la adherencia, la estabilidad y el consumo. Debemos revisar que tienen la presión correcta y que no presentan desgaste, grietas o deformaciones. Si es necesario, debemos cambiarlos o rotarlos para alargar su vida útil. Unos neumáticos en mal estado pueden provocar pinchazos, reventones, derrapes o accidentes.

Para saber cuál es la presión adecuada de nuestros neumáticos, podemos consultar el manual de nuestro coche o la etiqueta que suele estar en la puerta del conductor o en el depósito de combustible. Para medir la presión, podemos usar un manómetro o ir a una gasolinera con servicio de aire. Debemos hacerlo cuando los neumáticos estén fríos, es decir, antes de circular o después de haber recorrido pocos kilómetros.

Cuida el interior

El interior de nuestro coche clásico puede sufrir con las altas temperaturas y la humedad del verano, afectando al confort y al estado de los materiales. Debemos ventilar bien el habitáculo y usar protectores solares para las ventanillas y el salpicadero. También debemos limpiar y acondicionar los asientos, el volante y los paneles con productos adecuados para su conservación. Así evitaremos que se resequen, se agrieten o se manchen y mantendremos un ambiente agradable y fresco en nuestro coche.

Para ventilar nuestro coche, podemos abrir las puertas y las ventanillas unos minutos antes de entrar o usar un ventilador portátil. Para protegerlo del sol, podemos usar parasoles reflectantes o láminas tintadas que reduzcan la entrada de calor y luz. Para limpiarlo, podemos usar aspiradora, cepillo, bayeta o trapo húmedo, según el tipo de material.

Para acondicionarlo, podemos usar productos específicos para el cuero, la tela o el plástico, siguiendo las indicaciones del fabricante. Así mantendremos el aspecto y la elasticidad de los materiales y evitaremos que se deterioren con el uso y el tiempo. Esto también es vital para cuidar un coche clásico en verano.

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Conduce con precaución

Conducir un coche clásico en verano implica tener en cuenta algunas precauciones especiales, como evitar las horas de más calor, circular por vías adecuadas para nuestro vehículo, respetar los límites de velocidad y las normas de circulación, mantener una distancia de seguridad con otros vehículos y hacer paradas frecuentes para descansar y revisar nuestro coche.

Así evitaremos fatigarnos, sufrir golpes de calor o tener problemas mecánicos. Además, debemos estar atentos a las señales de alerta que pueda dar nuestro coche clásico, como ruidos extraños, humo, vibraciones o pérdida de rendimiento. Si detectamos alguna anomalía, debemos detenernos en un lugar seguro y llamar a un servicio de asistencia. Siguiendo estos consejos, podremos cuidar nuestro coche clásico en verano y disfrutar de él sin problemas. Y recuerda que en Zalba-Caldú By Aon somos especialistas en seguros para coche clásico y te ofrecemos las mejores coberturas y servicios para tu tranquilidad. Contacta con nosotros y te informaremos sin compromiso.

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