Cuando compramos un coche, independientemente de que sea nuevo o de segunda mano deseamos que nos dure mucho tiempo… Sin embargo, conforme van pasando los años que tiene un vehículo, generalmente la propensión a sufrir una avería aumenta considerablemente por el mero hecho de su uso. Un coche son muchos gastos (impuestos, averías, mantenimiento, gasolina, ITV…), pero una regla que por norma general funciona bastante bien a la larga, es presupuestar averías o mantenimiento del vehículo de acuerdo al coste que hagamos en combustible en la misma relación. Sin embargo, las siguientes averías pueden dar al traste con cualquier estimación o presupuesto que tengamos pensado:

Motor:

Aunque todo dependerá de la marca, los motores por norma general están pensados para durar y durar. Para que nos entendamos, es más probable con diferencia que se rompa antes cualquier otra pieza que el motor, pero aunque sea poco probable que te toque, todos los días le toca a alguien la Lotería, y si tienes un coche, ya llevas un décimo para el Gordo…

Con un mantenimiento de tu coche adecuado, no deberías preocuparte en exceso por esta avería, pero en el caso de que te suceda y haya que cambiar el motor porque no se puede reparar, la opción más económica sería sustituirlo por uno de segunda mano. Aún en ese caso y porque la avería ha podido afectar a la distribución, nunca te saldría la reparación por menos de 3.000€.

 

Caja de cambios:

Con diferencia es el peor diagnóstico que te puede dar tu mecánico de confianza. Esta avería puede ser incluso el punto de inflexión para plantearte cambiar de coche cuando te presupuesten su reparación. Dependiendo de la marca del vehículo y considerando que su reparación puede llevar unas 10 horas de mano de obra, el precio final de la reparación puede ascender a más de 4.000€ sin problemas. Las «rascadas», no desembragar hasta el fondo, desgaste de los cojinetes, usar un aceite no recomendado o no haberlo sustituido según las recomendaciones del fabricante son las principales causas de esta avería.

Culata:

Ocupa nuestro tercer puesto en el ranking de averías más caras que puede sufrir un coche, aunque popularmente sea la más conocida y temida. El coste de reparar esta avería es sensiblemente inferior a la de la caja de cambios, pero su mala fama es por algo… La culata es una pieza de aluminio o hierro fundido que permite la estanqueidad de los cilindros del motor para evitar la pérdida de compresión. Su reparación puede llevar más de 15 horas de mano de obra y hasta 3.500€.

 

Correa de distribución:

Su misión es transmitir el movimiento circular de la polea del cigüeñal hacia el árbol de levas para que las válvulas abran y cierren en su punto exacto. Ante una rotura de la correa de distribución, se elimina la sincronización y el pistón dobla las válvulas.

Dependiendo del coche, cada aproximadamente 80.000-100.000 kilómetros deberás cambiar la correa de distribución. A excepción de los vehículos que por el contrario llevan cadena, cambiar la correa de distribución de acuerdo a la recomendación del fabricante es un mantenimiento imprescindible, ya que en caso de avería, lamentarás no haberlo realizado a tiempo. En caso de rotura de la correa de distribución, la reparación de todas las piezas afectadas puede superar los 3.000€.

 

Turbo:

La función del turbo es sobrealimentar al motor para conseguir una mayor aceleración. Su diagnóstico inicial procede de una falta de respuesta del motor a acelerones, aunque este fallo también podría ser el caso de avería en los inyectores o en la válvula EGR. La reparación del turbo le llevará al mecánico unas cinco horas de mano de obra y te pasará una factura a abonar por algo menos de 3000€.

En el caso de la válvula EGR, la avería es algo menos grave, sobre todo si se trata de una obstrucción, ya que con una limpieza bastaría. Si hubiera que cambiar la válvula EGR, su reparación puede ir desde los 250€ para los modelos más antiguos con este sistema o unos 1.200€ si la válvula EGR es de mayor tecnología. Si finalmente se trata de los inyectores, malas noticias, se trata de la siguiente avería más cara en nuestro ranking.

 

Inyectores:

Aunque su reparación conlleva menos de dos horas de mano de obra, se trata de una de las piezas más caras a sustituir. La factura a pagar podría ascender hasta los 1.800€. En el mejor de los casos no sería necesario cambiar los inyectores sino simplemente limpiarlos. Limpiar los inyectores y cambiar el filtro del combustible cuesta unos 75€-60€ dependiendo si tu coche es diesel o gasolina. Precisamente, cambiar según lo programado el filtro del combustible y repostar en gasolineras de confianza, serían los mejores consejos para evitarte esta avería.

Fruto de la mala suerte o de una conducción poco ortodoxa, este tipo de averías se pueden producir en cualquier vehículo, pero su probabilidad aumenta conforme pasan años. Si has sufrido una avería de este tipo y te estás planteando no repararla, puedes seguir leyendo nuestros consejos a la hora de comprar un coche de segunda mano.

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